Se trata de inyectar en la dermis (con técnica de mesoterapia), un coctel de vitaminas, minerales, aminoácidos esenciales y ácido hialurónico. De esta manera aportamos a la piel todo lo que necesita para regenerarse y combatir los efectos del envejecimiento fisiológico, estimulando la producción de fibroblastos, colágeno y elastina.
Los efectos que conseguimos son: una piel más lisa y luminosa, mayor hidratación, disminución de las arrugas de expresión y una mejor definición del óvalo facial.
El número de sesiones vendrá indicado por el tipo de piel y el grado de envejecimiento, siendo lo más frecuente comenzar por una tanda de 2 sesiones (con un intervalo de 2 a 3 semanas entre ellas), y una de mantenimiento cada 4 o 6 meses.